WE HAVE PROBLEMS. 
           WE SOLVE THEM TOGETHER.
           WE GO THROUGH TOGETHER. 
           WE LOSE AND WIN TOGETHER. 
           WE ARE SPIRIT.
           WE ARE THE OTHER.
           WE ARE ONE. 
          WE ARE CULIS.

¿Sabes? El otro día, cuando fui a tu casa, estuvimos hablando de muchas cosas; algunas interesantes, otras intensas, muchas bobadas y alguna que otra lagrimita...
Cuando bajé a la calle, y me dirigía al bar de mi madre, tenía una sensación agradable. Cómo si fuera acumulando y acumulando algo indescriptible en mi interior, en mi cabecita y al hablar contigo se desplomara. ¿Esa sensación de liberada? No me preguntes por qué me ocurre pero, cada vez que hablo contigo, me quedo pensando en qué sería si no estuvieras cerca, si no te tuviera como amga, si ni siquiera te hubiera conocido... Solo de pensarlo mi cuerpo tiembla, no me puedo imaginar nada de esto sin ti, sinceramente. No sé qué sería de mi. Explotaría. Estallaría en mil pedacitos.
Te entiendo perfectamente cuando dices que somos iguales pero diferentes. Yo creo en el destino, lo sabes ¿no? Y no creo que todo ocurra por las circustancias, mera casualidad, no lo creo para nada. Teníamos que conocernos, teníamos que ser Culis, estaba claro, nos necesitamos la una a la otra. Si una se cae, la otra la recoge y viceversa. Así funcionamos, y así salimos adelante. Como buenas campeonas. Porque no solo somos dos típicas adolescentes que intentan sobrevivir al primer amor... eso dejémoslo para las películas. Nosotras estamos sobreviviendo a la vida, tal y como se ve. Y vamos a poder con ella. Podremos con el dolor del primer amor, con las malas notas, con los padres, con los enemigos, con la selectividad, con el jefe, con nuestros hijos... Juntas, podemos con todo.

He de comenzar diciendo que tenemos nuestros parecidos y nuestras diferencias. Pensamos lo mismo en muchos momentos pero no somos la clase de amigas a las que les atraen los mismos chicos, y eso es una ventaja para nosotras. Continuaré diciendo que no todo el mundo con la misma relación que nosotras tiene las misma llave de buzón viviendo en fincas diferentes pero abriéndose exactamente al revés, no sé tú, pero a mí eso me da que pensar, porque somos iguales y diferentes a la vez. Suena raro así dicho tal cual, pero creo que me entiendes.  Supongo que esta semana no debería ser importante para nuestras vidas, y aun sigo pensando por qué coño lo es. El otro dijiste una cosa bastante cuestionable, y es que todos los demás pasan de las cosas por las que nosotras nos preocupamos. Y ese síntoma no sé si es de madurez o totalmente lo contrario, espero poder responderlo algún día.
Sí que es verdad que cada vez que quedamos acabamos melancólicas. ¿Pero qué más se nos puede pedir si nos vemos horas al mes? A muchos les parecerá una estupidez, pero a mí me gusta más llamarlo ‘aprovechar el tiempo’.
Todo parece muy bonito desde fuera,  ¿no? Pero apuesto lo que quieras que nadie sabe de mi lo que tú sabes. Con muy pocas personas puedo ser como soy yo de verdad, y tú eres una de ellas. A la vez que puedo afirmar que ahora mismo solo tú, y digo solamente porque nadie más tiene constancia de ello, sabes todo lo que se pasa por la cabeza y sinceramente me gusta que sea así, y quiero que siga siéndolo, pero con sentimientos diferentes e historias diferentes que contar cada día. Estoy segura de que este verano va a ser uno de esos los cuales querremos volver a vivir una y otra vez. Recuerda todo lo que tenemos que aprender y hacer. Y disfruta haciéndolo.

& that's all.
Tengo la esperanza de que siempre estes ahí...
 
y me sigas protegiendo aun en los malos momentos.                                                                                      
Hoy no es tú cumpleaños, ni el mio. Hoy no hace 5 años que nos conocemos, ni nuestro aniversario. Hoy no es el cumpleaños de ningún ser querido, ni fue el día que compramos un perro, no.
Hoy simplemente es 23, nuestro número favorito. El día que me recuerda a ti, lo que me importas, y todos los momentos que hemos vivido. El porqué de ese número ni lo encuentres ni lo busques, porque perfectamente sabemos lo que es, pero prefiero llamarlo destino... Todo queda más bonito si le das un motivo místico, al igual que pienso que las cosas no suceden porque si, pienso que, el conocerte, el haber sido y ser tu mejor amiga no es algo al azar, estaba predestinado. Alguien de ahí arriba quería que ocurriera, y así ocurrió. Y gracias a eso, mis días son un poco menos grises, y mi sonrisa un poco más larga.
No te lo vas a creer pero mientras escribo esto, y miro a mi derecha, en la pantalla del ordenador, son las 23.23 ¿ Es una señal ? No lo sé, quizás coincidencia, quizás todo haya sido una coincidencia. Una pequeña coincidencia que ha conseguido hacernos felices, a las dos. Porque el estar juntas, el tener un nombre que nos identifique y un número que nos una, que nos marque, eso, por lo menos a mí me hace sentirme útil, me recuerda que estoy aquí por algo, que estoy aquí por alguien. 
Por lo que hoy, 23 de enero del 2012, sin razón y sin motivo, quiero felicitarte; quiero agradecerte todo lo que has echo por mi y quiero suplicarte que nunca me dejes
Te quiero mucho CULI. Te quiero mucho Belén Monforte.




- En las películas, están la protagonista y las amigas de la chica;
   tú eres la protagonista pero nose porque te empeñas en ser la amiga de la chica. 
Ella es alta, al menos más que yo, con el pelo rizado u ondulado, con el grave problema de que cuando llueve se le bufa y no le gusta, tiene los ojos grisáceos, y aunque parezca increíble, los odia. Es una chica delgada que sabe vestir de una manera espectacular. Tiene una gran capacidad de relacionarse con la gente y es la mejor persona con la que te puedes ir de fiesta si te lo quieres pasar bien. Ella es la chica perfecta que todo el mundo querría tener como amiga, sabe lo que tiene que hacer o decir en cada momento para que consigas desahogarte o rías en tu peor día, sabe el momento exacto en el que te tiene que abrazar o te tiene que dar un consejo. Sí, pensaras que estoy exagerando, pero eso es lo que siento cuando estoy con ella, esa es la seguridad que me transmite, que ya me puede pasar algo malo en esta vida que si estoy a su lado será mucho menos doloroso. Así que recuerda que si quieres conocer a  la persona perfecta solo tienes que que fijarte un poco y probar a mirarte en el espejo, a lo mejor así sabes de quien estoy hablando. Esther Blesa Martínez.

Hay momentos en la vida, en que te haces viejo de repente. Sin arrugas en la frente, pero con las mismas ganas de que te todo esto acabe. Y es e mismo momento  le lanzas a la vida, un grito desgarrador, pidiéndole que te devuelva el pasado, y todo lo que este conllevaba… Deseas que algo llegue, cualquier cosa que te haga caminar hacia el futuro con los ojos vendados y sin mirar atrás otra vez más… Y es que si no hay nadie que te vende, te quedarías observándolo hasta tu muerte, con la mayor de las desgracias, preguntándote qué hiciste mal, qué fue lo que ocurrió… Y a medida que pasa el tiempo, notas que todo tiempo pasado fue mejor. Cada año mejor que el anterior, cada mes mejor que el otro, cada día mejor, cada hora, cada minuto, segundo… Y deseas tanto el volver atrás que vas caminando pasito a pasito, por el largo camino de tus recuerdos, bajando peldaño a peldaño todos tus momentos que consideras más felices. Vas bajando y bajando, cada vez más atrás hasta que el camino se ha acabado. Llegas a tu punto de partida. Has ido retrocediendo hasta el día en que naciste. Te quedas mirando. Y ahí estas,  sufriendo, como siempre, entre lloros y lamentos, porque alguien te ha dado una palmada en culo, porque estas confusa,  y no sabes si este mundo es para ti, no sabes que vas a hacer, es todo nuevo. Y dejas de mirarte un segundo, para ver la cara de tu madre. Está preciosa… ¿Verdad? Esa cara descansada, llena de luz y brillo. Con una sonrisa infinita. Así es como le has hecho sentir,  feliz de traerte al mundo.  Sube unos pocos escalones y fíjate, ¿ves? Ahí es cuando a tu tía enferma  le diste un beso en esa carita arrugada pero preciosa igualmente, ¿viste la cara? Radiante, ¿verdad? Sigue subiendo, mira tu hermana, cantándole la canción que jamás olvidará, esa inventada por ti, que sueles cantar a menudo para recordar esas risas. ¿Ves las carcajadas? Si, ese momento en el que tocas fondo. Y en el fondo sólo estas tú. Y sólo te necesitas a ti. Porque ahí,  es cuando  te das cuenta de que no naciste para ser feliz, ni para que te hagan feliz. No, naciste para hacer feliz a otras personas, y de este modo sentirte tú en empatía con ellos. Naciste para hacer feliz a una persona. La misma que consigue la mayor de tus sonrisas cada día. Sí, esa persona tan especial. Esa persona como Belén Monforte Gómez.